El robot

Érase una vez un robot llamado Esteban González-Pons. La única función de ese robot feo era la de aparecer por la televisión. Una vez allí, abría la boca y escupía las declaraciones que tenía programadas escupir. Sus argumentos eran huecos, poco sólidos. Carecían de sustento, en definitiva. Tras ello, el robot se marchaba de la escena satisfecho, creyendo que su función en el PP era importante.

Hace poco, el robot apareció tras el fondo azul y el logo pepero, esta vez diciendo que Zapatero tenía la responsabilidad política de la huelga de controladores aéreos. Ésa es la palabra que más utiliza: Zapatero. Zapatero, Zapatero, Zapaptero. Sólo Zapatero.

Nadie sabía aún por qué había una huelga. Todos los ciudadanos de aquel país esperaban la resolución del problema que había paralizado a la nación. Parecía que todo aquello era complejo, complicado. Pero apareció el robot para poner una sencilla solución: Zapatero. Ni siquiero tuvo que explicarse, ni si quiera tuvo que argumentar o justificar. Sólo pretendía que su populismo cayera en los oídos de los votantes tontos para ser en las próximas elecciones los menos peores. No hay soluciones. Sólo la palabra Zapatero.

Os planteo un ejercicio simple. ¿Quién ha sido peor? ¿El PSOE gobernando? ¿O el PP haciendo oposición? ¿Por qué sólo le pedimos cuentas al gobernante? 

¡La oposición es también una tarea fundamental en la democracia y los ciudadanos debemos exigir que se lleve a cabo de manera justa y sana! Pero el PP sólo tiene una táctica: acoso y derribo...